lunes, 31 de agosto de 2015

Gobienros y mafias se aprovechan de los fugitivos

TODA EUROPA HACE NEGOCIOS CON LOS REFUGIADOS

Eduardo J. Vior 31 de Agosto de 2015 | 12:00
Hasta hace pocos días, el foco de las noticias sobre la crisis provocada en Europa por la súbitamente multiplicadaafluencia de cientos de miles de refugiados se había concentrado en el Mediterráneo, pero el hallazgo el jueves pasado de 71 personas asfixiadas en un camión frigorífico en una parada de la autopista Viena-Budapest desvió la atención de todos los medios hacia las redes de tráfico que ocupan los Balcanes y puso sobre alerta a Europol, la policía europea. Las fáciles imágenes de mafiosos serbios cooperando con gángsters romaníes ocuparon las tapas de los diarios más sensacionalistas.
Sin embargo, una primera mirada atenta sobre el monumental drama muestra que gran parte de la población europea está viviendo a costa de los fugitivos: si no son las redes de traficantes que transportan a las multitudes desesperadas desde Grecia, pasando por Macedonia, Serbia, Hungría y Austria, hasta el "paraíso" alemán, se trata de quienes les venden alimentos, bebida y alojamiento por el camino o los acogen clandestinamente en su destino. Pero también están quienes medran de los subsidios europeos para el alojamiento de los refugiados, como la "FamigliaCarminati", de la "Mafia Capitale" (llamada así por haber sido detectada en diciembre pasado en Roma), que recaudaba fortunas gracias a los subsidios estatales y europeos que recibía para hospedar a refugiados. Uno de sus "gerentes", incluso, organizaba ataques a estos alojamientos, para urgir a las autoridades a contratar otros "más seguros". En el este de Sicilia, por ejemplo, con fondos oficiales, la Mafia administra en Mineo el mayor refugio para rescatados del mar de toda Europa.
A su vez, desde su base en Trípoli el eritreo Ermias Ghermany dirige una vasta red de reclutadores y transportistas desde Eritrea, Somalia, Níger, Nigeria y Costa de Marfil hasta los anfitriones en Ámsterdam, Londres y Berlín. Nadie duda de que uno de sus mayores costos es lo que gasta en aceitar las manos de policías y agentes de inmigración en toda la UE.
La acción de los criminales abarca toda la Unión Europea. Recientes investigaciones de Scotland Yard demuestran que las mafias afganas y sirias trafican refugiados coordinadamente con criminales ingleses, de largas vinculaciones internacionales gracias al pasado imperial de Gran Bretaña. También las redes de tráfico de armas, drogas y prostitución se han volcado al más lucrativo negocio con los refugiados, porque la Unión Europea subsidia millonariamente la atención de los mismos, mientras su primitiva respuesta (erigir vallas, militarizar las fronteras, perseguir a los refugiados ilegales) aumenta los costos del ingreso en el bloque y, por consiguiente, las ganancias de los traficantes.
También ganan los gobiernos europeos, ya que el temor a los refugiados torna a sus poblaciones más propensas a apoyar las fáciles medidas represivas y más dispuestas a desviar su atención de la crisis económica y social hacia el rechazo de los extraños.
Los miles de traficantes también contribuyen al aumento del PBI europeo. Invierten sus ganancias en automotores, inmuebles, armas, equipamiento electrónico y, en algún punto de la cadena, también colocan sus ahorros en bancos (no sólo suizos) e inversiones "legales". Si la Unión Europea tuviera interés en resolver esta catástrofe humanitaria, rastrearía el origen de muchas inversiones oscuras y abriría las puertas del bloque, además de buscar sinceramente soluciones pacíficas a las guerras en su periferia. Si lo tuviera… «

domingo, 30 de agosto de 2015

La rivalidad entre EE.UU. y Rusia se extiende al Polo Norte

http://www.infobae.com/
Opinióndomingo 30 de agosto 2015

Disputa por el Ártico

La autorización del Gobierno norteamericano en julio pasado a Shell para buscar petróleo frente a la costa norte de Alaska y la presentación de Rusia para que la ONU reconozca su zona económica exclusiva hasta el Polo Norte indican que las potencias y las corporaciones apuestan a la suba en el precio del petróleo y que, para aprovecharla, no tienen empacho en recalentar su competencia en el Ártico.

Solo cuando esta semana llegue al Mar de Chukchi el rompehielos Fennica (recién reparado en Portland, Oregon) y entre en servicio como guardia de emergencia, la Administración de Energía Oceánica (BOEM, por su sigla en inglés) dará a Shell el permiso definitivo para la exploración de hidrocarburos en la plataforma submarina ártica. No obstante, ante la atenta mirada de los ambientalistas, únicamente se autorizan perforaciones hasta fin de setiembre, para retomarlas después del invierno boreal.

En tanto, dos semanas atrás, Rusia solicitó al Comité sobre el Derecho del Mar de la ONU que le adjudique una zona económica exclusiva de 1,2 millones de kilómetros cuadrados del mar Ártico. En 2002 el organismo internacional rechazó un pedido similar por falta de datos científicos, pero el Kremlin argumenta ahora con información más completa que la cordillera submarina de Lomonosov se continúa desde Siberia hasta Canadá y que por eso tiene derecho a explotar el fondo del mar hasta el polo. Con esta presentación, en realidad, Rusia sigue el camino de Estados Unidos, Canadá, Dinamarca y Noruega, pero su demanda suscitó alarma en Occidente.

La competencia económica en el norte del mundo repercute en la rivalidad estratégica. Así, en 2014 el alto mando ruso organizó el Comando Estratégico Conjunto para el Ártico y está construyendo en la región diez aeropuertos y trece estaciones para radares antiaéreos. Este 3 de agosto, además, creó el Comando Aeroespacial del Norte (VKO) para equilibrar al Comando Norteamericano-Canadiense de Defensa Aeroespacial (NORAD), cuya área de operaciones cubre todo el Ártico.

En torno al Polo Norte se encuentran 19 cuencas petroleras. Algunas de ellas, como la Bahía de Prudhoe, en el centro de la costa norte de Alaska, están produciendo desde 1968, pero la mitad de los yacimientos permanecen inexplorados. Según un estudio geológico del Gobierno estadounidense de 2008, en veinticinco áreas no trabajadas de la región ártica todavía hay yacimientos con 90 mil millones de barriles de petróleo y 44 mil millones de barriles de gas natural líquido (GNL), o sea el 13 % de las reservas estimadas en el mundo. Más de la mitad de este volumen se hallaría al norte de Alaska, entre ambos continentes y al este de Groenlandia.

En Groenlandia, precisamente, se encuentran las mayores reservas mundiales de petróleo. Bajo la dirección de Nunaoil (una empresa conjunta del Gobierno autónomo groenlandés y el Gobierno nacional danés) en torno a la isla están trabajando actualmente Dong Energy, Se calcula que enfrente a la costa oriental yacen 110 mil millones de barriles de petróleo. Para la exploración de la costa occidental (especialmente interesante por su accesibilidad), en tanto, el Gobierno autónomo ha dado ocho licencias sobre la Bahía de Baffin.

Si Shell tiene éxito en el Mar de Chukchi, desatará una corrida internacional con impactos ecológicos y conflictos estratégicos. No solo los ambientalistas, sino también los indígenas se preocupan. El Consejo Circumpolar Inuit (representante de 160.000 indígenas de Alaska, Canadá, Groenlandia y Rusia) ha reclamado infructuosamente que no se diera el permiso de exploración en Alaska. Los inuits dependen del delicado ecosistema regional para alimentarse y, si se afecta la fauna (los patos de flojel, las ballenas, las morsas, las focas y los osos polares), se destruirá su ámbito de vida.

La rivalidad entre las potencias hegemónicas y las corporaciones multinacionales por el control del petróleo y el gas del Ártico demuestra que los factores de poder esperan que los precios del combustible vuelvan a subir y cuentan con que el calentamiento atmosférico agudice cada vez más la lucha por los recursos energéticos y minerales. Al mismo tiempo, esta competencia ratifica la sabiduría del Tratado Antártico, al mantener por décadas la región circumpolar austral como reserva mundial.

Sin cooperación internacional, el esperado repunte en los precios de los hidrocarburos puede conducir a un desastre en el Polo Norte.

El autor es analista internacional. Doctor en Ciencias Sociales.

domingo, 23 de agosto de 2015

A Kiev y Moscú les conviene agudizar el conflicto

UCRANIA Y RUSIA: LA GUERRA ECONÓMICA

Eduardo J. Vior 23 de Agosto de 2015 | 12:00
La intensificación de los combates en el Este de Ucrania beneficia a ambas partes, pero mientras Rusia sólo arriesga a sus peones, Petro Poroshenko se juega su supervivencia política y económica.
Desde que empezó agosto varias decenas de civiles han muerto en el Este de Ucrania por ataques de artillería de ambos lados. Según fuentes ucranianas, el 10 de agosto los autonomistas –dicen que con activo apoyo ruso– lanzaron en Starognatovka (a mitad de camino entre Donetsk y el puerto de Mariupol) un ataque con un tanque y artillería pesada que fue repelido por el ejército de Kiev y las milicias derechistas. De acuerdo con el informe que la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) dio el miércoles 19, la intensidad de los choques en Donetsk y Luhansk habría disminuido respecto al fin de semana anterior, aunque los inspectores se siguen quejando de los obstáculos que ambos bandos les ponen. No obstante, entre Donetsk y el litoral y al norte de Luhansk continuaban los bombardeos intermitentes con morteros y obuses desde ambos lados.
Durante las últimas semanas el gobierno ucraniano ha estado negociando sobre su deuda con los acreedores externos. La guerra, la falta de acuerdo con Rusia sobre el transporte del gas hacia Europa a través de Ucrania y una desastrosa política de ajustes dictada por el FMI y la Unión Europea han hecho que en sólo dos años el PBI cayera un 23% y la deuda pública aumentara al 158% del producto. La moratoria o la restructuración de la deuda son inevitables, pero no hay acuerdo sobre la medida y el modo de hacerlo.
Argumentando que no sólo tiene un problema de iliquidez sino de solvencia y que nunca podrá pagar la totalidad de la deuda, Kiev reclama una reducción de sus obligaciones en el 40 por ciento. Por el contrario, los acreedores, dirigidos por el fondo de inversión californiano Franklin Templeton sostienen que, apenas las medidas económicas adoptadas recientemente hagan su efecto y la economía vuelva a crecer, el país tendrá divisas suficientes para cumplir con sus compromisos. Por lo tanto, proponen usar 8000 millones de dólares de las reservas del Banco Central ucraniano para saldar el 40% de la deuda y reprogramar los restantes 11 mil millones a diez años y con tasas más bajas.
Sin embargo, con una inflación del 46% en alza y la hryvnia en caída abrupta, reducir las reservas de divisas a sólo 1500 millones es insensato. Además, los acreedores prevén una recesión de la economía ucraniana del 5,5% para 2015, a la que seguiría una nueva fase de crecimiento, mientras que el FMI anticipa una caída del 9% sin recuperación posterior. Para que sea posible, empero, son necesarios un cese de hostilidades duradero y un acuerdo con Rusia que no se avizoran.
Kiev podría declarar la moratoria y la reducción unilateral de la deuda, pero 3000 millones de dólares los debe a Rusia, que exige el pago puntual bajo pena de sanciones terribles.
Por su parte, el ejecutivo de deuda pública de Franklin Templeton, Michael Hasenstab, se ha puesto duro, porque enterró 7000 millones de dólares (que, según algunas versiones, pertenecerían a Rockefeller y Rotschild) en la compra de bonos basura de la deuda ucraniana, para convertirse en el mayor acreedor del país y ahora está en problemas porque los clientes del fondo de riesgo están retirando sus inversiones en bonos europeos para ponerlas en provechosas obligaciones norteamericanas. Falto de efectivo, el joven ejecutivo estrella de Wall Street necesita sacar de Ucrania hasta el último centavo.
Hasenstab no deja a Poroshenko declarar la moratoria ni le concede una reestructuración sostenible de la deuda. Este último, entonces, patea el tablero agudizando el conflicto en el Este para forzar a EE UU y Europa a rescatarlo. Como al mismo tiempo Washington quiere negociar con Moscú sobre Siria, Vladimir Putin siente que puede avanzar posiciones en Ucrania.Tanto a Poroshenko como a Putin les conviene agudizar la violencia, pero el jueguito puede acabar en una guerra en gran escala.

martes, 11 de agosto de 2015

EE.UU. y Rusia dialogan sobre una "limpieza étnica"

EN SIRIA TODOS NEGOCIAN
A COSTA DE LOS CIVILES

Bajo el efecto del acuerdo nuclear con Irán, de las necesidades de todos los actores y de nuevos acontecimientos ha comenzado una frenética ronda de negociaciones sobre Siria, pero todavía nadie quiere ceder posiciones y los primeros acuerdos se dan a costa de la población civil.

Bajo el efecto del acuerdo nuclear con Irán, de las necesidades de todos los actores y de nuevos acontecimientos ha comenzado una frenética ronda de negociaciones sobre Siria, pero todavía nadie quiere ceder posiciones y los primeros acuerdos se dan a costa de la población civil.
Las dificultades de reclutamiento que el presidente sirio Bashar al Assad mismo reconoce, la renovada campaña antikurda del presidente turco Tayyip Erdogan, el nuevo ímpetu de la política saudita bajo el rey Salmán, las dificultades económicas de Rusia y la prisa del presidente Barack Obama por alcanzar resultados han llevado a los contendientes recientemente a dar pasos significativos:
A fin de julio se encontraron en la capital saudita Riad el general Ali Mamluk, jefe de la inteligencia siria, y el príncipe heredero y ministro de Defensa Mohammad Bin Salman y acordaron que este último visite Damasco a fin de agosto. A su vez, el ministro de Asuntos Exteriores ruso Sergei Lavrov mantuvo en Moscú y en Doha, capital de los Emiratos, varias reuniones con todos los contendientes, incluido el Estado Islámico. En tanto, desde Teherán el canciller sirio Walid al-Moallem viajó el jueves a Omán, árbitro destacado en los conflictos regionales. A su vez, Irán anunció un plan de paz para Siria en el que propone formar un "gobierno de unidad nacional" que convoque a elecciones bajo supervisión internacional.
Marcando un hito en el curso negociador, el viernes 7 el Consejo de Seguridad de la ONU resolvió unánimemente que una comisión investigue los ataques con armas químicas contra la población civil. Según Vitaly Churkin, embajador ruso ante el organismo, esta semana se consensuaría allí un nuevo plan de paz del enviado en Levante Staffan de Mistura para iniciar tratativas preliminares sobre el terrorismo y la transición política. Finalmente, los ministros de Relaciones Exteriores de Arabia Saudita, Adel al-Jubeir, y de Rusia, Sergei Lavrov, se reúnen este martes 11 en Moscú para discutir sobre Levante y el mercado de la energía.
Poco a poco las partes se disponen a un compromiso, pero todo indica que la primera perjudicada será la población civil. El caso más urgente se refiere a dos aldeas cerca de Idlib, en el norte, en las que 40 mil chiítas están sitiados por al-Nusra y otras facciones sunitas. Actualmente el ejército sirio los abastece por el aire, pero la situación humanitaria es dramática. Al mismo tiempo, Hezbolá ha cerrado el cerco en torno a varios cientos de yihadistas en al-Zabadani, cerca de la frontera libanesa. Sobre ambos casos se negocia actualmente para levantar los cercos y que los grupos respectivamente vencedores se queden con las áreas. Así se salvaría a los encerrados, pero legitimando las "limpiezas étnicas".
El diálogo no excluye la guerra. Con la venia de Washington, Turquía bombardea más las posiciones kurdas que las del EI para ocupar la faja fronteriza y da a Estados Unidos libre uso de las bases en el sur y este de su territorio. Sin embargo, los ataques contra los kurdos y los golpes contra los islamistas pueden avivar la guerra dentro de la propia Turquía.
Mientras EE UU bombardeaba el fin de semana 32 objetivos en Siria e Irak, el Estado Islámico conquistaba el jueves una ciudad en la central provincia de Hama y el domingo atacaba cuatro aldeas al norte de Alepo para interrumpir el aprovisionamiento desde Turquía de los rebeldes que controlan la mitad de la ciudad siria.
La Casa Blanca insiste en derrocar a Assad y dividir el país en cantones étnicos y confesionales, pero necesita rápido algún éxito tangible para que el Senado apruebe el acuerdo nuclear con Irán. Rusia, por su parte, quiere mantener su posición en Levante y sostener al presidente sirio, pero necesita que Arabia Saudita cambie su política petrolera. Esta y sus aliados, en tanto, están indecisos entre la amenaza yihadista y su necesidad de contener a Irán.
Todos necesitan negociar con todos, pero nadie quiere perder posiciones militares. ¿Quién tira primero la toalla? ¿Quién trae un poco de consuelo para la población civil? «

jueves, 6 de agosto de 2015

En Inglaterra se alza el pueblo contra el neoliberalismo

JUEVES
6 DE AGOSTO DE 2015

Jeremy Corbyn, sensación en gran bretaña

Quién es el candidato laborista antiajuste


Quién es el candidato laborista antiajuste
Por Eduardo J. Vior
Después de la desastrosa derrota del laborismo británico en las elecciones parlamentarias de mayo pasado las agencias de apuestas no vendían boletos para las elecciones internas del partido que comienzan la semana próxima, pero la cabeza dura de un viejo izquierdista y el orgullo de la base trabajadora y juvenil del partido han salvado la pasión inglesa por el juego. Los medios siguen hoy la interna de Labour con más furia que el British Classics en mayo.
El pasado sábado 1, Jeremy Corbyn, diputado por Islington Norte (en el norte del Gran Londres) desde hace 32 años, obtuvo el apoyo de 162 de los cerca de 500 distritos territoriales del Partido Laborista (LP, por su sigla en inglés) en Inglaterra. Pocos días antes la central sindical Unite, el sindicato de la administración pública Unison y el ferroviario Aslef se habían manifestado por él. En las elecciones entre el próximo 14 de agosto y fin de mes los afiliados al partido pueden elegir por correo o e-mail al sucesor de Ed Miliband en la secretaría general de LP a la que este renunció luego de la derrota del 7 de mayo. El próximo 12 de septiembre se proclamará al vencedor. Además de Corbyn se presentan Andy Burnham, secretario de Salud en el gabinete paralelo de LP (en Gran Bretaña los partidos opositores replican los cargos de los gobiernos), Yvette Cooper, secretaria de Interior en el mismo equipo, y Liz Kendall, secretaria de Asistencia Social y Vejez en dicho grupo.
Corbyn es el único sin funciones en el partido ni en el bloque parlamentario. Lo siguen Yvette Cooper (a quien adhieren 121 distritos), Andy Burnham (112) y Liz Kendall (101). Luego de reformado el estatuto partidario en 2014, por primera vez desde la fundación del Labour Party en 1920 los bloques parlamentarios en Westminster y Estrasburgo y los sindicatos han perdido su voto corporativo y el sufragio es individual. Por esta razón la central sindical Unite está movilizando a sus 1,4 millones de afiliados y muchos se sumarán a Labour para votar por Corbyn. Sin embargo, según un sondeo reciente entre votantes que no son miembros de partidos, el 30 por ciento del electorado laborista apoya a Burnham, Corbyn y Cooper empatan en 24 por ciento y Liz Kendall obtiene el 21 por ciento. 
Cada afiliado puede indicar en qué orden de preferencia coloca a los postulantes. Si ninguno alcanza el 50% de los votos, se elimina al cuarto, sus votos se redistribuyen entre los candidatos remanentes y así sucesivamente, hasta que alguno suma más de la mitad de los votos. Para presentar la candidatura los postulantes necesitaron el aval de 35 diputados (15% del bloque parlamentario) que Corbyn recién obtuvo a última hora del pasado 15 de junio. Tan pequeña es su base parlamentaria. Sin embargo, según las encuestas, tiene el 43% de las primeras preferencias y el 53% del distribuido total.
Este viejo militante de la izquierda laborista aboga por la renacionalización de los ferrocarriles y de las empresas de energía, el aumento del impuesto a la herencia y a las grandes fortunas, la gratuidad de la enseñanza universitaria, el financiamiento público del sistema nacional de salud (NHS) y la masiva capacitación de los trabajadores para refundar una industria británica competitiva. De 66 años de edad, casado en terceras nupcias con Laura Álvarez, pacifista, propalestino y militante por los derechos de los animales, es partidario del diálogo británico-argentino sobre la soberanía de las Malvinas.
No es un líder carismático, sino –como lo formuló recientemente otro diputado– uno que atrae por su mesura. Sobre todo se trata del único candidato antiajuste y al que el pueblo percibe como opuesto a las elites tecnocráticas del Parlamento británico.
El propio postulante no preveía el huracán que desencadenaría su entrada en la liza. Desde que comenzó su campaña el 9 de julio su público aumenta continuamente y el fin de semana pasado juntó en Liverpool a 800 personas, con muchas más fuera del salón. Miles de jóvenes y sindicalistas timbrean y hacen campaña telefónica por él. Desde la derrota de mayo 52.000 nuevos afiliados se sumaron a Labour. Los sindicatos incorporaron otros 25.000 y se estima que hasta el 14 de agosto 140.000 nuevos miembros estarán habilitados para votar. Aterrorizados ante la avalancha, líderes de la derecha partidaria han advertido contra la “infiltración trotskista” y pidieron la suspensión de la elección interna, pero el Consejo Nacional se opuso.
Jeremy Corbyn levanta las viejas banderas laboristas en el lenguaje del siglo XXI. Inspirado por Paul Krugman, Joseph Stiglitz y Amartya Sen, sostiene que un gobierno con moneda propia –como el británico– no puede tener arcas vacías, y que la finalidad de los impuestos es asegurar el valor del dinero, redistribuir el ingreso, corregir las malas prácticas y poner precio a los servicios públicos. Por lo tanto, los déficits y superávits no son buenos ni malos per se, sino la medida de la recaudación y los gastos. El éxito de un gobierno, entonces, depende del grado de cumplimiento de su plataforma electoral. A pesar de su precisión, empero, Corbyn pospone una definición en torno a la pertenencia a la Unión Europea (UE), sobre la que decidirá un referendo en 2016, hasta ver qué trae el primer ministro David Cameron de sus actuales negociaciones en Bruselas.
El alzamiento de la base laborista todavía no encuentra eco en la mayoría de los votantes. 35 años de neoliberalismo, neocolonialismo y xenofobia han difundido en el electorado el miedo y el rechazo a las novedades. Además, el sistema electoral británico favorece el abstencionismo y la manipulación de la representación. Por ello las votaciones se deciden por la derecha.
Corbyn puede ganar la elección interna, pero Labour puede partirse o el bloque parlamentario desconocer las directivas partidarias y, aun con la formación unida, todavía no conquistar a los votantes de centro. El pueblo laborista está dando una poderosa señal de rechazo a las políticas neoliberales, pero es sólo el comienzo de un largo camino. 
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sábado, 1 de agosto de 2015

Aún se sienten las bombas sobre Hiroshima y Nagasaki

MIL SOLES QUE CONGELARON LA MEMORIA

Eduardo J. Vior 01 de Agosto de 2015 | 12:00 

A 70 años de los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki, los efectos perdurables de estas atrocidades vuelven a la superficie de la política internacional amenazando con el resurgir del militarismo nipón avalado por Estados Unidos. Harry Truman (1945-1953) fue el presidente norteamericano que tomó la decisión de lanzar la bomba atómica. Desde entonces, gobernantes y funcionarios estadounidenses justifican la decisión diciendo que las bombas atómicas salvaron miles de vidas de los soldados que habrían muerto en la invasión de Honshu, la mayor isla japonesa, pero al hacerlo legitiman los ataques a Hiroshima y Nagasaki del 6 y el 9 de agosto de 1945. EE UU se apresuró entonces a arrojar las bombas para obtener la rendición total del Japón antes de que la Unión Soviética entrara de lleno en la guerra en Asia Oriental, pero también para alcanzar el liderazgo del mundo mediante una aterradora demostración de poder.
¿Qué habría sucedido si EE UU no hubiese arrojado las bombas? Es difícil argumentar contrafácticamente, pero las comparaciones a veces ayudan. El costoso fin de la guerra en Alemania (400 mil soldados rusos murieron en la batalla final por Berlín) legitimó los juicios de Nuremberg (1946-47) y permitió que durante los años '60 y '70 el pueblo de Alemania Federal revisara los crímenes nazis, fundando así un nuevo consenso democrático. Los procesos contra los criminales de guerra japoneses bajo la ocupación norteamericana, en cambio, fueron vividos en las islas como "justicia de vencedores", mientras que el perdón del general Douglas Mac Arthur, máxima autoridad de ocupación (1945-50), al emperador Hirohito y su familia en 1947 alentó el revisionismo japonés.
Recién en la década de 1990 la opinión pública nipona debatió sobre los crímenes de guerra, pero después de 2000 la discusión se redujo. La combinación entre el resentimiento por las masacres nucleares y el perdón al emperador alimenta el revanchismo nacionalista. Particularmente, el actual primer ministro Shinzo Abe rechaza asumir la responsabilidad por la reducción de cientos de miles de mujeres de los países ocupados a la prostitución forzada, las llamadas "mujeres para el confort". Los tribunales japoneses, en tanto, se niegan a compensar individualmente a ex prisioneros de guerra u otras víctimas de la ocupación nipona en Asia y el Pacífico.
Reforzando esta tendencia, en julio de 2014 el gobierno japonés reinterpretó el artículo 9 de la Constitución pacifista de 1947,autorizando a la Fuerza de Defensa (JDF, por su sigla en inglés) a auxiliar a los aliados de Japón en Asia, si peligran la seguridad o "la búsqueda de la felicidad" del pueblo nipón. Si bien el 60% de la población rechaza el militarismo, la memoria del horror atómico y del perdón norteamericano al emperador atenúan las exigencias de verdad y justicia. Las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki siguen encendiendo el resentimiento nipón y congelando la memoria histórica de su pueblo. «